A lo largo de mi vida, he hecho cosas muy buenas, como así cosas de las que no me enorgullezco para absolutamente nada...
En esos momentos, hubiera deseado un poco más de inspiración o de instrución o de consejo, algo que me hubiera convencido de no ser egoísta y mandarme tal o cual cagada.
Asimismo, nunca fui demasiado religioso.
Es decir, dediqué mi tiempo a ciertas iglesias, pero sólo por influencia, no porque yo de verdad quería.
En éste punto de mi vida, tengo una opinión madre sobre la iglesia y algunas otras más del mismo tema, aunque no tan complejas ni tan desarrolladas.
La iglesia y la religión deberían acercar a uno a Dios, pero no es mi caso.
Y si, cuando muera, Dios me diga lo que piensa de mí por todo lo que hice o no hice en ésta vida, supongo que yo también tendré ese mismo pensamiento para con él.
Ésta es una vida de muchas cosas, como de inteligencia y filosofía, tengo el derecho de pensar como quiera y de quien sea...
Si Dios me hubiera hablado en mis momentos de debilidad mundana y de tentación, supongo que sería mejor como persona... pero a Él nunca lo oí.
No seré el mejor de Sus hijos, pero tampoco seré el peor de todos... lo único que necesité fue su palabra.
Ahora, lo único que tengo, es mi inteligencia e intuición para guiarme... ya soy adulto.
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