Tengo días buenos y días malos, como todo el mundo, no soy un caso especial.
(A menos que le cuente mis problemas o enhorabuenas a alguien y responda "Sos un caso especial", eso sería raro o redundante).
Pero no me siento muy a gusto contándole mi mierda diaria a alguien, ese o esa alguien ya tiene bastante mierda personal como para que yo venga a joderle el momento.
Pero bueno, por mi parte, sólo me saco las ganas que tengo de sacarme lo de adentro mediante éste blog / diario personal en que escribo éstas palabras ocasionalmente sin demasiado sentido alguno para el público que merodea por acá.
Y hay cosas que hacen que me saque lo que tengo adentro, cosas "buenas" y cosas "malas", siendo algo muy agradable al momento de que todo eso sale.
Lo de las cosas "buenas" es simple: pasarla bien con amigos, hablar babosadas y reírse sin sentido alguno, ser divertido, ser gracioso, ser suelto.
Lo de las cosas "malas" es simple, también: sacarte la amargura, lo negativo que tenés adentro, como diría Carajo con el título de una de sus canciones: "Sacate la Mierda".
Sí, tal vez eso de las "malas" no es tan bueno a simple vista, pero es fundamentalmente necesario, para poder aclarar la mente, despejarla, ventilar la mente.
Y tal vez te dirán por eso: "Estoy conociendo a el/la verdadero/a vos...".
Sólo una pregunta: "¡¿Pero de qué carajo te referís con el verdadero yo?!"
Hermano, podemos ser tan buenos como malos, es algo muy común en el Ser Humano.
¡A la mierda con eso de que te conocen a el/la verdadero/a vos sólo porque necesitaste putear o hacer algo que no esté muy bien visto!
Éste mundo sería mucho peor si fuéramos todos unos reprimidos, no llegaríamos ni a los 20 años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario