Saber que no pertenecés a algo que creés que no fuiste hecho o hecha para eso, es tan agradable y grato saberlo.
Porque, según mi propia experiencia, sabes que no vas a perder el tiempo en eso sin no servís para eso.
Yo, por ejemplo, no sirvo para muuuchas cosas y, entre ellas, se destacan las relaciones públicas y los trabajos de fuerza.
El martes asistí a una entrevista de trabajo y me asustaron muchas cosas
entonces; como el que estén vestidos de ejecutivos (Ya sabés: camisa,
corbata, saco, pantalón de vestir, zapatos...) y el que hablen como si
tuvieran un micrófono con altoparlante delante de su boca.
Me dijeron que asista al día siguiente, para prueba, y, si lo hacía bien, quedaba.
Fui vestido como pude (Camisa, corbata, jeans, un buzo de tela polar y zapatillas).
Se trataba de venta de productos, yendo comercio por comercio, casa por casa, ofreciendo ese producto.
Me enseñaron todo lo que tenía que hacer y decir, tanto que me sentí asustadizamente amenazado en algún momento.
Fueron unas cuatro o cinco horas de caminata, intentando vender todo lo
posible, aunque sólo pude vender dos unidades de ese producto.
Durante la última hora, mi cabeza maquinaba diciendo: "Ésto no es para vos, ¿qué carajo estás haciendo acá?"
Decepcionado y muy decidido a renunciar, al día siguiente volví a esa oficina y le dije al jefe que no iba a continuar.
"Sí, ya sé", me dijo el viejo y no me dejó argumentar mis explicaciones
del porqué de mi salida, porque él me ametrallaba con su arrogancia (O
no sé si llamarlo "soberbia") que me disparaba con sus palabras.
Arrogancia, hipocresía, soberbia, mentira... todas las palabras le que quedaban perfectas.
Pero, más que eso, para sintetizar en una sola palabra, era un capitalista.
Y, ahora, te preguntarás, tal vez: "¿Qué carajo significa 'capitalista' o
'capitalismo' (Que es de donde viene el adjetivo primeramente
mencionado)?"
La Real Academia Española, para "Capitalismo", dice: "Régimen económico
fundado en el predominio del capital como elemento de producción y
creador de riqueza." (Ver).
A éste tipo de sistema no le interesa a qué costa conseguir
enriquecerse, sólo necesita consumir, consumir y... ¿qué más? ¡Consumir,
claro! - sin saciarse, para aclarar, por si no lo sabías - ¿qué más?
(Qué sorpresa, ¿no?).
Entendí que, tal vez, no sabía si eso era para mí, pero sí sabía que yo no era para eso.
Tengo una de muchas limitaciones que se me vino a la cabeza.
Creo que eso hace más humilde a uno o a una; el saber qué limitación o
limitaciones tiene y dar un paso al costado, para encontrar algo con que
vaya de la mano con ese uno o esa una.
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